CUADERNO DE VIAJE , 2008
MANUSCRITO ENCONTRADO EN EL CAMPO DE CORALES
UN HOMBRE PUEDE SER UNA HUELLA
CUADERNO DE VIAJE
Un escarabajo compuesto de
zozobras y anhelos desentumece sus articulaciones. Inseguro, tambaleante (cinco
patas y una prótesis de costumbre y miedo) , sale a dar una vuelta por los
exteriores de la parcela.
Lejos de
casa
C Con esfuerzo y echando los bofes (ya
casi no me queda aliento), he podido atravesar la cerca (alambrada de hábitos,
pereza, desinterés y rutina).
***
Otro Lugar
La tierra roja y porosa reluce cuajada de tubérculos
abultados. La lluvia reciente ha dejado esponjas y burbujas, y apenas siento
frío. Podría quedarme para siempre, sin ir más lejos, pero he decidido salir de viaje, más allá, hacia Ninguna Parte.
***
Alto en el camino
A l a vuelta, si es que vuelvo, prometo ordenar mi
testamento. He de poner al descubierto mis tesoros y este texto de viaje, si
e s que lo termino... A quien recoja mis cosas, le gustará saber qué elegiría yo como recuerdo de quien fui. Para entonces, todo lo demás no será mío, aunque me perteneciera en vida. Estará ya
dispuesto para otros, especialmente lo de valor, si es que algo tiene valor más allá de la muerte.
e s que lo termino... A quien recoja mis cosas, le gustará saber qué elegiría yo como recuerdo de quien fui. Para entonces, todo lo demás no será mío, aunque me perteneciera en vida. Estará ya
dispuesto para otros, especialmente lo de valor, si es que algo tiene valor más allá de la muerte.
***
Sueño
At ardece. Camino
con ligereza, casi con ingravidez. Mis pies rozan sin mancharse el suelo de las
dunas. Oigo mi respiración tranquila y no siento miedo. Me acompaña la noche,
amanece.
***
Testamento
Si mis restos
acaban en una cajita de diseño podrían ser de interés
ins para algún chatarrero ambulante o coleccionista . Hace tieiempo que descubrí que la encarnación no no era más que reciclado sostenible, y me parece bien que usen mis tendones o mis ojos, o tal vez mi pelo... Nada tan abundante y fuerte como mi pelo, durante
cierto tiempo hermoso. Ahora, equiparado al de las raposas, serviría a lo sumo,
usado con paciencia, de pincel para una caligrafía tosca y sin sentido. ¿Quién lo sabe?
ins para algún chatarrero ambulante o coleccionista . Hace tieiempo que descubrí que la encarnación no no era más que reciclado sostenible, y me parece bien que usen mis tendones o mis ojos, o tal vez mi pelo... Nada tan abundante y fuerte como mi pelo, durante
cierto tiempo hermoso. Ahora, equiparado al de las raposas, serviría a lo sumo,
usado con paciencia, de pincel para una caligrafía tosca y sin sentido. ¿Quién lo sabe?
***
Soliloquio del caminante
"No tropieces,
sólo has de atravesar el otro sembrado de protuberancias calcinadas. ¡Qué
curioso es esto del tiempo que pasa, y las estaciones con sus cambios! Cuando
llegue adonde espero,
también germinarán aquí nuevas flores esplendentes... “
también germinarán aquí nuevas flores esplendentes... “
***
" Pesan las nubes.
Hiere la luz. He de entornar el ojo o mirar hacia el suelo para no llorar.
¡Sorprende que quede tanta vida a pesar del incendio¡”
...
“Pronto llegaré
al siguiente cruce. ¿Quién me indicará un camino?” ...
***
De noche, en
la posada
He contado que
voy hasta Necrópolis (alguna explicación hay que dar), y creo que he inspirado lástima. No saben que mi humor es excelente. Me encanta esta sala repleta y
ruidosa.
Observo mientras repongo fuerzas, y me reconforta, tanto o más que el pan y el vino,
el rumor de las charlas y el color tan alegre de los trajes de ese grupo de trasterrados. ¡Qué
diferente exilio éste del mío! Ellos buscan la vida huyendo de la guerra, del hambre y de la muerte, y yo ¿qué busco yo?
Observo mientras repongo fuerzas, y me reconforta, tanto o más que el pan y el vino,
el rumor de las charlas y el color tan alegre de los trajes de ese grupo de trasterrados. ¡Qué
diferente exilio éste del mío! Ellos buscan la vida huyendo de la guerra, del hambre y de la muerte, y yo ¿qué busco yo?
***
Exilio
Qué fuerza y qué
belleza en su porte, en sus andares, qué valentía y qué orgullo en sus ojos. Sus m manos del color de la tierra son poderosas y fuertes, ¡Qué ropa tan limpia¡
Heredarán la tierra
y encontrarán su sitio. No puedo evitar alguna mirada de soslayo hacia mí. Creo que mi aspecto es desaliñado y fiero. Hasta ahora he evitado mirar el reflejo de mi imagen, por si paralizaba mi
y encontrarán su sitio. No puedo evitar alguna mirada de soslayo hacia mí. Creo que mi aspecto es desaliñado y fiero. Hasta ahora he evitado mirar el reflejo de mi imagen, por si paralizaba mi
decision de seguir adelante. Me siento con fuerzas para el viaje, y eso es lo
que importa. Mañana, me prometo que me acercaré al grupo de la mesa del fondo
para hablar con ellos.
¡Da gusto ver la madre con su hijo, tan niño, tan ajeno al frío y a la lluvia!
¡Da gusto ver la madre con su hijo, tan niño, tan ajeno al frío y a la lluvia!
***
En la frontera
Al norte, la
frontera, el límite. El paso franco o vedado dependen más de mí que de visados
o o documentos. Llevo mi tarjeta de identificación con una foto de mi cara de hace diez años, mi primer nombre de pila, mis dos primeros apellidos, la fecha y lugar de nacimiento, el domicilio a actual, el nombre de mi padre y de mi madre, mi profesión última, la indicación de mi sexo, mi número, compuesto de números y letra, en suma, mis datos, que aún no se han borrado del papel que me identifica; un texto escrito que me representa y a mí se refiere, según consta en archivos, y q que puedo enseñar si me lo piden. Pero ni con seguridad dicen quién soy, ni quién va a pasar con ese documento (un papel, un cuento).Tampoco sé si quiero ir más allá.
o o documentos. Llevo mi tarjeta de identificación con una foto de mi cara de hace diez años, mi primer nombre de pila, mis dos primeros apellidos, la fecha y lugar de nacimiento, el domicilio a actual, el nombre de mi padre y de mi madre, mi profesión última, la indicación de mi sexo, mi número, compuesto de números y letra, en suma, mis datos, que aún no se han borrado del papel que me identifica; un texto escrito que me representa y a mí se refiere, según consta en archivos, y q que puedo enseñar si me lo piden. Pero ni con seguridad dicen quién soy, ni quién va a pasar con ese documento (un papel, un cuento).Tampoco sé si quiero ir más allá.
***
El puente
El puente,
el paso, el otro
lado,
Umbral, frontera,
incertidumbre,
Visto y no visto.
Futuro, tiempo
otro, otro espacio,
La aventura del
puente:
S e p a r a c i ó
n y a t a d u r a e n t r e d o s m u n d o s,
R u p t u r a y
ligazón.
Ser y no ser,
dejar de ser, de
estar
aquí , allí.
Después,
sí, no,
antes , ahora,
luego, lugar de
paso,
muga, liberación
, huída, exilio, rito de iniciación y cese,
dejar atrás,
a t r a v e s a
r,
Duda,
Parada en seco.
En mitad,
Atasco
En el puente,
¡Tirarte
desde
el
p
u
ente!
***
Ofelia
Como Ofelia, con
mis mejores galas y una guirnalda de flores, flotar en la corriente...
***
El río
Arriba, el gris;
abajo, el verde. El agua ,turbia antes, discurre ahora brillante y limpia.
***
Blues notes
Queda el azul en
la memoria de aquellos días claros. Tu voz
cuenta una historia de calles soleadas y de canciones nuevas. Sin lágrimas, sin risas.
cuenta una historia de calles soleadas y de canciones nuevas. Sin lágrimas, sin risas.
Tu nombre suena
limpio, y el camino más largo termina en el colegio, ida y vuelta, ida y
vuelta...
***
¿Quién fui?
Buscaba mariposas sobre el teclado:
qwert
Poiuy
Asdfg
ñlkjh zxcvb
-.,mn
¿Quién soy?
“Hago e s c a r a b a j o s sobre el papel”
¿Quién seré?
“P a p e l”
***
Necrópolis
Necrópolis es una
ciudad levantada sobre el antiguo Valle de los os Gigantes, así llamado por las
enormes piedras que lo flanquean.
En épocas pasadas, fluía un río ancho que regaba las tierras y
atraía a las gentes llegadas de otras zonas resecas y estériles.
Hoy es lugar de recogimiento que invita a la meditación en
soledad. Allí se puede honrar al desaparecido y buscado,
al apátrida, al desertor, al fugitivo, al vagabundo sin techo y sin
f amilia, al desterrado, al que se fue solo y del que nunca volvió a saberse nada.
En épocas pasadas, fluía un río ancho que regaba las tierras y
atraía a las gentes llegadas de otras zonas resecas y estériles.
Hoy es lugar de recogimiento que invita a la meditación en
soledad. Allí se puede honrar al desaparecido y buscado,
al apátrida, al desertor, al fugitivo, al vagabundo sin techo y sin
f amilia, al desterrado, al que se fue solo y del que nunca volvió a saberse nada.
No hay flores, ni
nombres, sólo tierra reseca y roca, pero está
poblada de ausentes que olvidaron quiénes fueron y cuál era su casa. Aquí está su sitio. Aquí podéis venir a visitarlos.
poblada de ausentes que olvidaron quiénes fueron y cuál era su casa. Aquí está su sitio. Aquí podéis venir a visitarlos.
***
UN HOMBRE PUEDE SER UNA HUELLA
1
Un hombre puede ser una huella en la arena, una balada triste, una camisa rota..., y su pasión, una perdida muesca de navaja. Qué importa un trazo más y a quién le atañe, si hay tantas venas azules en un cuerpo, tantas estelas rotas en el agua; si las hojas robadas por el viento tienen heridas secas y surcos desteñidos como un papel pintado y viejo, si el brajo desgajado en la muñeca huérfana no ha de crecer de nuevo.
Detén tu paso, desvíate un instante, y oye el rumor de la desdicha: son olas de acero que ascienden galopando para besar la orilla. Puedes fundirte en ella y rescatarla. Qué más da si nos cercan los corales del miedo. ¡Tiene el agua caminos que bendicen los cuerpos!
Alza tus ojos y mira las nubes deshiladas como madejas volando hacia al oeste, hipnóticas como pájaros y ciegas como aviones del destino... ¿Cómo arreglar la impunidad del tiempo y el espacio? ¿Cómo juzgarla y sancionarla si hasta el más sabio de los sabios no puede ver tan claro frente a la rueda eterna de la vida y la muerte?
Cose con versos nuevos los hilos rotos y llegará a tus manos la caricia antigua. Viste tu cuerpo con plisados de niebla, almidona de risa los quejidos y dispón el vino de la fiesta. El baile empieza ya y suena un son de vida en dos y en mí y en sol...
Corta, quita la piel rizada de la fruta en sazón y el jugo de su herida perfumará tu boca con voces y palabras: morir, amor, el mar...
Vivir no es mucho más que un grito, y la memoria, un eco repetido.
2
No hay puentes sólidos para cruzar las aguas torrenciales del miedo y la locura. En la ciudad fallida, los altos edificios portentosos y nuevos prometen un sitio donde estar a salvo de la infelicidad y los deseos. Como bajan los precios, es una ganga; solo hay que hipotecar la vida y derribar la casa de la infancia.
¿Cuántas estancias hubo? ¿Cuántas vidas en la pared de cuartos invisibles? El edificio roto te muestra sus entrañas y te cuenta una historia de risas, rayos de luz y flores amarillas.
¿Quién es inmune al llanto o al exilio? ¿Quién al desahucio de lo que fue y perdiste? ¿Quién se vacuna contra la muerte en vida?
Aquí están mis rayas de la mano, un dorso, una palma, catorce falanges con sus nudos, cinco uñas y piel translúcida y reseca con sus venas. Puedo zurcir con ella sábanas viejas, izar un nuevo muro, pintar un techo firme, restañar una herida, acunar a un niño mientras canto. ¿Puedo cantarte a ti una alegría que te acerque a mi texto aún esperanzado? No sé, tampoco tú lo sabes, pero las fuentes, los regatos pequeños, los arroyos, más abajo del río, son caminos del agua que fluyen poderosos como arterias gigantes.
3
Oferta:
Se ofrece restañador de heridas para puentes viejos.
Se vende piso nuevo en edificio alto, premiado y portentoso. Casa baja y hogar tranquilo como entrada. A pagar en vida, sin recargos.
Trueques:
Se necesita guía experto en aludes a cambio de un poema.
Se cambia llanto viejo por exilio nuevo. En muy buena conservación. Por dos versos, se regala maleta.
1
Un hombre puede ser una huella en la arena, una balada triste, una camisa rota..., y su pasión, una perdida muesca de navaja. Qué importa un trazo más y a quién le atañe, si hay tantas venas azules en un cuerpo, tantas estelas rotas en el agua; si las hojas robadas por el viento tienen heridas secas y surcos desteñidos como un papel pintado y viejo, si el brajo desgajado en la muñeca huérfana no ha de crecer de nuevo.
Detén tu paso, desvíate un instante, y oye el rumor de la desdicha: son olas de acero que ascienden galopando para besar la orilla. Puedes fundirte en ella y rescatarla. Qué más da si nos cercan los corales del miedo. ¡Tiene el agua caminos que bendicen los cuerpos!
Alza tus ojos y mira las nubes deshiladas como madejas volando hacia al oeste, hipnóticas como pájaros y ciegas como aviones del destino... ¿Cómo arreglar la impunidad del tiempo y el espacio? ¿Cómo juzgarla y sancionarla si hasta el más sabio de los sabios no puede ver tan claro frente a la rueda eterna de la vida y la muerte?
Cose con versos nuevos los hilos rotos y llegará a tus manos la caricia antigua. Viste tu cuerpo con plisados de niebla, almidona de risa los quejidos y dispón el vino de la fiesta. El baile empieza ya y suena un son de vida en dos y en mí y en sol...
Corta, quita la piel rizada de la fruta en sazón y el jugo de su herida perfumará tu boca con voces y palabras: morir, amor, el mar...
Vivir no es mucho más que un grito, y la memoria, un eco repetido.
2
No hay puentes sólidos para cruzar las aguas torrenciales del miedo y la locura. En la ciudad fallida, los altos edificios portentosos y nuevos prometen un sitio donde estar a salvo de la infelicidad y los deseos. Como bajan los precios, es una ganga; solo hay que hipotecar la vida y derribar la casa de la infancia.
¿Cuántas estancias hubo? ¿Cuántas vidas en la pared de cuartos invisibles? El edificio roto te muestra sus entrañas y te cuenta una historia de risas, rayos de luz y flores amarillas.
¿Quién es inmune al llanto o al exilio? ¿Quién al desahucio de lo que fue y perdiste? ¿Quién se vacuna contra la muerte en vida?
Aquí están mis rayas de la mano, un dorso, una palma, catorce falanges con sus nudos, cinco uñas y piel translúcida y reseca con sus venas. Puedo zurcir con ella sábanas viejas, izar un nuevo muro, pintar un techo firme, restañar una herida, acunar a un niño mientras canto. ¿Puedo cantarte a ti una alegría que te acerque a mi texto aún esperanzado? No sé, tampoco tú lo sabes, pero las fuentes, los regatos pequeños, los arroyos, más abajo del río, son caminos del agua que fluyen poderosos como arterias gigantes.
3
Oferta:
Se ofrece restañador de heridas para puentes viejos.
Se vende piso nuevo en edificio alto, premiado y portentoso. Casa baja y hogar tranquilo como entrada. A pagar en vida, sin recargos.
Trueques:
Se necesita guía experto en aludes a cambio de un poema.
Se cambia llanto viejo por exilio nuevo. En muy buena conservación. Por dos versos, se regala maleta.
MARÍA
SALAZAR
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